Integración energética regional: luces y sombras

Integración energética regional: luces y sombras

Los actores de la industria nacional destacan los avances con Perú y Argentina en torno a proyectos de líneas de transmisión y en el intercambio de gas trasandino, aunque advierten que aún se deben precisar aspectos regulatorios con ambos países, además del futuro de la situación política al otro lado de la cordillera.Compartir:

El panorama de la integración energética regional de Chile, especialmente con Argentina y Perú, muestra avances para aprovechar el potencial que ofrece la actual transición energética, con el ingreso masivo de energías renovables, el incipiente proceso de descarbonización y la mayor seguridad del sistema eléctrico nacional, aunque quedan desafíos clave a nivel regulatorio y político en el horizonte que se deben despejar para materializar el avance que se ha logrado en los últimos años con estos dos países vecinos.

Este es el diagnóstico que entregan a ELECTRICIDAD los distintos actores de la industria energética local ante el desarrollo actual de los intercambios de gas con Argentina y los trabajos que se realizan para alcanzar una interconexión eléctrica con este país y con Perú, con el objetivo de aumentar la demanda de gas en la zona centro sur del país, además de aprovechar el excedente energético de las energías renovables, especialmente solar fotovoltaica, en el norte del país.

Potencial

El ministro de Energía, Juan Carlos Jobet, destaca a este medio el potencial que tiene Chile para poder exportar energía excedentaria desde la zona norte del sistema eléctrico, por lo que menciona los estudios en conjunto que realizan con las autoridades de Perú para avanzar a una interconexión son clave.

“La idea es generar los escenarios técnicos y regulatorios para que el sector privado avance con proyectos particulares, ya que compartimos la visión de largo plazo de poder exportar energía solar desde el norte a los países vecinos, porque están las condiciones de estabilidad macroeconómica y un sector eléctrico con muchos actores con capacidad de invertir, así que esperamos que esto se pueda materializar en el futuro”, sostiene la autoridad.

El potencial del recurso solar en la zona norte del país también es valorado por Rodrigo Palma, académico de la Universidad de Chile y actual líder de la mesa de Mitigación y Energía formada para la COP25.

“El producir energía en grandes cantidades desde el norte de Chile plantea un esquema que debiera ser de intercambio con los países de la región, parecido a lo que sucedió con el gas, en que la vocación inicial fue de Argentina hacia Chile y que ahora es bidireccional. En este mismo esquema pensamos que podría existir una complementariedad con Perú, Argentina y Bolivia, o el cruce directo hacia Paraguay, que se puede hacer”, precisa el académico.

“Cuando se habla de exportación, el único recurso que hasta ahora muestra los niveles de potenciales que respaldarían esa aventura, para hacer las inversiones, es la tecnología solar, pero la idea es integrar a todas las energías renovables que operan en la zona norte, porque hay una complementariedad natural entre ellas y eso no hay que desaprovecharlo”, agrega Palma.

Para Andrés Salgado, socio fundador de ENC Energy Consultants, el potencial para avanzar en interconexiones con los países vecinos es factible, mencionando que Chile cuenta con las condiciones en materia de infraestructura, “lo que permite viabilizar rápidamente este tipo de intercambios. A los cinco gasoductos internacionales con Argentina se suman dos líneas eléctricas con ese mismo país”.

Juan Carlos Jobet, ministro de Energía

Perú

El especialista indica que, para en el caso de Perú, es necesario considerar que tiene una frecuencia de 60 Hertz, versus los 50 Hz de Chile, “por lo que las soluciones son técnicamente algo más complejas pues requieren de una fase de conversión con sistemas HVDC (corriente continua), lo que encarece el proyecto”.

Salgado recuerda que con el país del norte se baraja el desarrollo de un proyecto de 150 MW por la zona de Parinacota y otro de 1.000 MW, que podría conectarse en la zona de Crucero, explicando que ambas iniciativas “tienen una solución técnica definida y su factibilidad económica depende de la estructura regulatoria-comercial que se acuerde en definitiva con Perú”.

“En el caso particular chileno, hay que tener presente que, si la línea de interconexión es declarada pública, se puede financiar mediante una tarifa regulada, siempre y cuando los flujos vengan hacia Chile.

En los períodos que los flujos se inviertan, es decir se exporten, las empresas exportadoras deberán aportar al financiamiento de la línea”, precisa.

Margarett Matos, especialista en regulación energética de Perú de Quiñones Alayza Abogados, confirma que el aspecto regulatorio es uno de los principales retos para una interconexión entre Chile y Perú: “el punto de quiebre es poder establecer cuáles son los principios para que se den estos intercambios de energía eléctrica entre ambos países. Hay conceptos básicos como determinación de precios y de quién va a asumir los costos de fallas, además de otros como subsidios que existen en Perú y el costo del gas natural, por lo que hay que ver cómo eso se trasladaría al país vecino”.

Dentro su análisis, la especialista destaca el aspecto legal también es de primer orden, especialmente en la definición de mecanismos de solución de controversias. Otro punto que menciona Margarett Matos es precisar la construcción de la línea de interconexión pues, “con la modificación que se hizo a la Ley de Transmisión en Chile, es posible que un privado pueda invertir y terminar de construir una línea eléctrica, pero en Perú la determinación para construir estas obras tiene que pasar por una planificación del Ministerio de Energía y Minas”.

“Me parece que este tipo de línea tendría que ser pagada por la demanda y ahí se entra a un tema político, porque si se hace así va a implicar un costo adicional a las tarifas que se pagan en Perú”, agrega.

Argentina

La interconexión eléctrica con Argentina muestra mayores avances: por un lado está la línea de transmisión de AES Gener que conecta Tocopilla con Cobos en Salta (Interandes), además de la línea de Compañía Minera Nevada (de la minera Barrick), la cual se espera esté en operaciones en 2020, para el suministro de clientes libres que no están conectados al sistema eléctrico argentino.

Ricardo Falú, gerente general de AES Gener, señala que la línea Interandes “está a la espera de la aprobación de los permisos por parte de ambos gobiernos y de que los coordinadores eléctricos de Chile y Argentina definan los protocolos para volver entrar en operación. Su infraestructura está preparada para entrar en operación tan pronto nos autoricen”.

El ejecutivo recuerda que la operación de esta línea fue suspendida durante el proceso de interconexión nacional que unió a la zona del norte grande con el centro-sur del país, asegurando que esta infraestructura “es un activo que jugará un rol fundamental en la descarbonización de Chile, por lo que debería ser declarada de interés público y estar operativa en forma permanente. A través de esta línea no sólo podemos estar interconectados con Argentina, sino también con el resto de la región”.

Conclusiones

• Siguen los trabajos para avanzar en la integración energética con Perú y Argentina, a través de líneas eléctrica, donde los actores nacionales plantean la necesidad de definir el aspecto regulatorio con ambos países.

• El potencial de exportar los excedentes de la generación eléctrica desde la zona norte del sistema eléctrico chileno, especialmente de energía solar, es un proyecto que destacan los especialistas locales.

• En materia de intercambios de gas con Argentina, se destacan los avances materializados desde 2017, aunque se advierte cautela ante el eventual cambio en el ciclo político del país vecino.

Recuadro

Intercambios de gas con Argentina: Oportunidades y precauciones

Los intercambios de gas con Argentina son el avance más relevante que se ha logrado en el último tiempo en materia de integración energética, pues desde el año pasado este combustible se importa “de manera incremental y con niveles adecuados de previsibilidad”, según indica a este medio Carlos Cortés, director ejecutivo de la Asociación de Empresas de Gas Natural (AGN).

“El gas natural argentino abre la oportunidad de continuar desarrollando el mercado de este combustible, especialmente en aquellas regiones que no cuentan con suministro de GNL y que requieren de energía limpia para los distintos tipos de consumidores para, reemplazar los combustibles contaminantes de amplio uso en la actualidad”, detalla el representante gremial.

El potencial a futuro de estos intercambios es resaltado por el ministro de Energía, Juan Carlos Jobet: “Con Argentina tenemos un potencial gigantesco a partir del aumento de la producción del yacimiento de Vaca Muerta, por lo que hay una oportunidad especial para Chile por la cercanía que tenemos, pero hay que avanzar con cautela e ir paso a paso, viendo cómo somos capaces de ir generando las condiciones que nos permitan aprovechar esos recursos. Esta es una agenda de largo plazo y lo que estamos haciendo es trabajar en conjunto con las empresas privadas para ir viendo cómo aprovechar esto”.

Rosa Herrera, directora y Socia Fundadora de ByH Consultores, coincide con este análisis, indicando que el aumento de la producción de gas en el país vecino “es una medida que hay que aprovechar en la actualidad, por lo que es una oportunidad enorme para Chile, pero la industria nacional debe analizar cuáles son sus alternativas de respaldo, si se llega a caer la llegada de gas argentino”.

Lo mismo piensa Luis Enrique López, gerente general de Efizity: “vemos una oportunidad interesante en el gas argentino, desde donde en 2018 se produjeron 130 millones de metros cúbicos, de los cuales un 35% fue shale gas, el cual −entre 2017 y 2018− creció 40%, pues se perforaron 1.000 nuevos pozos y aparecieron actores consolidados”.

Para Carlos Cortés, director ejecutivo de AGN, “el gas natural argentino lo vemos como una fuente de abastecimiento complementaria al gas natural licuado (GNL), que llega al país a través de los terminales de regasificación de GNL de Quintero y Mejillones”.

“Lo que las experiencias del pasado nos demostraron fue la importancia de contar con fuentes de suministro diversificadas. Es por eso que, más allá de un aumento y estabilidad en los volúmenes de gas que llegarán a nuestro país vía gasoducto, es clave el rol que juegan los terminales de GNL que tenemos en el país en términos de seguridad de suministro”, agrega el ejecutivo.

El factor político con Argentina

Las elecciones presidenciales en Argentina plantean una serie de incertidumbre entre los actores de la industria energética nacional ante un eventual cambio en el ciclo político del país vecino, que pudiera dar marcha atrás a los avances en materia de intercambios de gas, como ocurrió hace 12 años, cuando se terminó el suministro del recursos trasandino.

El ministro Juan Carlos Jobet señala que se debe tener cautela en este tema, planteando que “las relaciones particulares que tiene Chile con Argentina trascienden los gobiernos de turno, por lo que es importante darle un sentido de largo plazo a los acuerdos, más allá de las contingencias políticas”.

Por su lado, Carlos Cortés se mantiene optimista en torno a esta situación, por lo que destaca el reciente anuncio de la autoridad Argentina “respecto a la posibilidad de pasar a esquemas contractuales en firme permitirá disponer de un suministro de gas más predecible y estable desde Argentina, lo que consituye, sin duda, una buena noticia para el país”.

Esperamos que esa tendencia se mantenga, independiente de los ciclos políticos, toda vez que contar con una diversidad de fuentes de provisión de gas natural contribuye a la flexibilidad en el su suministro”, afirma.